Convertirte en adulto puede ser emocionante, ya que trae consigo muchas ventajas y libertades, pero sobre todo conlleva responsabilidades

Sin embargo, la edad es relativa, el cumplir 18, 19, 20, 30 o 40 años, no te hace automáticamente un experto en negocios, finanzas y el fisco. Este es un tema tan complejo que nosotros, los contadores, tenemos que estudiar y practicar por varios años para poder comprenderlo y aún así tenemos que estar actualizando nuestros conocimientos año con año. 

Pero no tengas miedo, para ayudarte a iniciarte en este mundo de la “adultez” te traemos una sencilla guía con lo básico que tienes que saber. 

¿Qué es el SAT?

El SAT (Servicio de Administración Tributaria) es la entidad encargada de la recaudación de impuestos en México. En términos simples, es como el cobrador oficial del gobierno.

RFC: Registro Federal de Contribuyentes

Tu RFC es como tu «identificación fiscal». Es un código único que te asigna el SAT para que puedas pagar tus impuestos y hacer trámites con Hacienda. Adicional a esto también puedes crear una e.firma e inscribirte a distintos regímenes fiscales, pero eso ya es tema para otro artículo. 

¿Y los impuestos?

Los impuestos son como la «cuota» que pagas al gobierno para que pueda funcionar. Algunos de los más comunes son el ISR (Impuesto Sobre la Renta) y el IVA (Impuesto al Valor Agregado). Básicamente, es parte de tu responsabilidad financiera como adulto. En México los impuestos te los suelen descontar automáticamente en cada una de tus adquisiciones, así que no te preocupes. 

¿Qué hacer con la declaración anual?

Cada año, necesitas presentar una declaración anual donde le cuentas al SAT cuánto dinero ganaste y pagaste en impuestos. Es como un resumen de tu año financiero para el gobierno. Si eres empleado esta declaración la hacen por ti, aunque si así lo deseas, también puedes declarar tus gastos personales y de paso deducir algunos impuestos que apliquen. 

Facturas: ¡A Pedirlas!

Si tienes un negocio o trabajas por tu cuenta, emitir facturas es como darle al cliente un «recibo oficial» de la compra o servicio. Esto ayuda a mantener todo en orden y pagar los impuestos correctos.

¿Y la contabilidad?

La contabilidad es como llevar un registro de tus ingresos, gastos y transacciones. Puede ser en papel o con herramientas digitales. Es útil para saber cómo va tu dinero y también para presentar la declaración anual.

Recuerda que los contadores son tus amigos. Un contador es como tu «gurú» de los números, te ayuda a entender mejor tus obligaciones fiscales y evita que te metas en problemas.

Recuerda, no hay preguntas tontas, ¡así que siempre pregúntale a un contador si algo no está claro! Con esta guía, ¡estarás en camino a ser un adulto fiscalmente responsable!

En NietOrtiz queremos apoyar a todos los adultos chiquitos, por eso te ofrecemos tu primera hora de asesoría gratis.

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